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viernes, 29 de agosto de 2014

No tendrás selfies


Las selfies son furor en las redes sociales y por todos lados es posible ver cómo la gente se contorsiona para tener una "autopic" (como la denominan muchos adolescentes) haciendo andá a saber qué y mostrarse al mundo o "ser copados". Incluso ahora el gancho de venta para ofrecer nuevos celus es tener tremendas cámaras frontales y hasta salieron unas cámaras compactas especiales para sacar selfies. Pero los tesistas no somos su mercado para todo eso. La vida tesística no es para nada atractiva, se los aseguro.

Ojalá tuviera encima la joda que tiene el flaco que apareció por todos lados hace poquito tratando de hacerse una selfie al lado de un tornado. O como esos que vuelan en parapente, esquían en Bariloche (ni te digo Aspen), corren maratones o se van de viaje por ahí. Si yo me saco una selfie tendría veinte mil apuntes detrás y la vista cansada de tanto leer y escribir. Si intentara hacer de esas que son para abajo y se ven las piernas, conocerían mis pantuflas (hace frío acá). ¿Qué puedo hacer que sea llamativo? ¿Una captura de pantalla del Word del momento? ESA SERÍA MI SELFIE. Pero no da, ¡es un bajón! Capaz que podría probar con la comida rica que disfruto de vez en cuando, pero no me ando sacando selfies porque queda de gorda. Tampoco da...

Si antes mis amigos me decían que era una mala onda porque tenía que preparar un final y ese finde no me juntaba, ni te digo cómo se me ríen en la cara cuando les digo que tengo que sí o sí terminar un capítulo de la tesis porque se me termina el plazo. ¿Para qué hacerme una selfie? Si la vida del tesista es lo más aburrido que puede haber. No es digno de documentar fotográficamente. Alta joda la mía, eh!

Menos mal que de vez en cuando me pongo el disfraz de persona cuasi normal y voy al cine para disimular mi desgracia tesística... mientras pienso en las categorías teóricas aplicables a la trama de la película. ¡Tremendo trauma! Y bue... ya llegará el momento en que esas categorías finalmente estén en el papel y sean entregadas a algún des-afortunado para que las corrija.

Me voy a poner las pantuflas, es hora de ponerme a escribir.

SONIDO DEL OBTURADOR: OFF

viernes, 7 de marzo de 2014

Es la hora es la hora


Siempre escribo más o menos en el mismo horario, un poco más temprano o más tarde, pero siempre en la misma franja nocturna. ¿Será que después de estar todo el día junto a la compañía tediosa de la tesis, llega un punto en el que la tolerancia se reduce a casi cero?

Posiblemente sea porque después de varias horas de convivencia llega un momento en el que es necesario comenzar las quejas del día. Como cuando te pasás todo el día en la oficina y el compañero más cercano a tu escritorio, por más que no haga nada, te molesta hasta que respire. Bueno, me pasa casi casi lo mismo, no lo de la oficina, porque trabajo desde casa, por suerte. Pero me afecta en exceso la omnipresencia de apuntes y notas, fotocopias y libros enteros, junto con los doce documentos de Word abiertos en la barra de inicio, porque saco datos de un lado, tomo apuntes de otro y tengo borradores de borradores de borradores por las dudas.

Bueno, es momento de volver a las tareas académicas. Me calmé un poco. Ahora sigo tipeando, aunque ya no sepa qué es lo que escribo gOWNV oiewjofimcmsdokq+ aoimcoae +¿03'2orkef.


lunes, 16 de diciembre de 2013

Cinco kilos de conciencia

El viernes tenía todo organizado para pasar el fin de semana entero en compañía de la tesis, conversando con ella y construyendo esta relación eterna que nos une. Pero, ¿será que por tanto que lo pensé no pasó?

Venía super embalada. En la puerta al sábado, el viernes a la noche, había dejado todo listo para, ni bien me levantara, sentarme a escribir. ¡Ya sabía por dónde tenía que empezar y todo! Pero no no no. Parece que la lluvia de meteoritos trajeron fuerzas exteriores que me llevaron por otro camino.

Durante estos dos días de no hacer nada productivo, en cuando a la tesis se refiere, por supuesto, ¿descansé? No. ¿Salí de joda? No, tampoco. ¿Asalté la pileta de algún vecino para apaciguar el calor? ¡No, ni cerca! Entonces, ¿qué pasó? Trabajé. "¡Tampoco es para tanto! Mirá que vas a estar dos días, TODO EL FIN DE SEMANA trabajando..." ¡Posta! Trabajo al día y atrasado. Del pago y del que uno hace para colaborar con sus amigos y por buenas causas. Aunque, bueno...puede ser que también haya tenido un poco de culpa alguna que otra cena.

Sin poder hacer nada al respecto, llegó el lunes. La semana empezó de nuevo y no adelanté absolutamente nada. Nuevamente vuelvo a pensar que este estado se va a prolongar más de lo que me gustaría. En fin, después de descargarme me siento un poquitito mejor. Por lo menos, me quedo tranquila de que no soy la única que le pasan estas cosas. Sé que todos los tesistas que existen en el cosmos sienten lo mismo que yo.

Igualmente, me pesa la conciencia por no haber adelantado nada. Mejor me voy a escribir. Con cinco líneas hoy me conformo.