viernes, 13 de diciembre de 2013

Más finales rendidos, más cerca de la tesis

Llegada esta época, veo en los muros de mis amigos y ex compañeros de la facu que están preparando finales, deseando que haya amenaza de bomba para que la mesa se suspenda y tengan más tiempo para estudiar, y practicando todo tipo de métodos para que los textos entren por ósmosis.

Cuando los leo, me agarra un poco de nostalgia. "Se extrañan los finales...", le comenté una vez a una amiga a quien le acababa de llevar los resúmenes de Teorías para rendir, a lo que siguió una agresión verbal (no entremos en detalles).

Empezás la carrera y te comés las materias, le ponés garra a TODO con tal de llegar hasta el fin del programa. Rendís todos los finales o, justamente los dejás para lo último, cuando terminás las cursadas hechas en tiempo record. Siempre para poder terminar lo antes posible. Pero quisiera advertirlos, a ustedes, alumnos que todavía no tomaron conciencia de lo que les espera después de unos treinta y pico de materias: la luz no está al final del camino, no llega la calma, no salen con el título en la mano. No no, nada de eso. ¡Los está esperando la TESIS!

Se trata de una decisión muy grande. Rendir o no rendir. Llegar a la tesis o no. Alcanzarla no sólo implica haber terminado de rendir, que puede parecer un alivio bastante grande pero oculta la desdicha de haber perdido la vida de estudiante, sino que empieza una etapa mucho peor: la de auto-esclavización. Ya no hay fechas que te pongan límite. La tenés que hacer vos mismo, con tu tiempo. Sin profesor que te machaque la cabeza y que te presione para que entregues las cosas en tiempo y forma. Estás solo. Claro, vos y la tesis.

Propongo empezar una campaña de concientización: terminar de rendir no implica recibirse, significa CAER EN LAS GARRAS DE LA TESIS. ¡CUIDADO!

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