Posiblemente sea porque después de varias horas de convivencia llega un momento en el que es necesario comenzar las quejas del día. Como cuando te pasás todo el día en la oficina y el compañero más cercano a tu escritorio, por más que no haga nada, te molesta hasta que respire. Bueno, me pasa casi casi lo mismo, no lo de la oficina, porque trabajo desde casa, por suerte. Pero me afecta en exceso la omnipresencia de apuntes y notas, fotocopias y libros enteros, junto con los doce documentos de Word abiertos en la barra de inicio, porque saco datos de un lado, tomo apuntes de otro y tengo borradores de borradores de borradores por las dudas.
Bueno, es momento de volver a las tareas académicas. Me calmé un poco. Ahora sigo tipeando, aunque ya no sepa qué es lo que escribo gOWNV oiewjofimcmsdokq+ aoimcoae +¿03'2orkef.