Mostrando las entradas con la etiqueta páginas. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta páginas. Mostrar todas las entradas

domingo, 5 de octubre de 2014

Tesis: un nuevo adverbio



Que la palabra tesis deje de ser sólo un sustantivo y también sea incluido como un adverbio, es lo que quiero. Que un solo término reúna todos esos sentimientos que me produce, me ahorraría mucho tiempo y muchas explicaciones.

Encontrarte con un ex compañero, amigo, familiar, conocido, ex profesor, extraterrestre, etc, y ponerte a charlar es genial. Pero todo cambia cuando te preguntan: "¿Y? ¿Ya te recibiste?" y tener que contestar: "No, casi. Estoy terminando mi tesis". ¡Si saben que estoy en el proceso...! Si ya la hubiera entregado y me hubiera recibido seguro se hubieran enterado porque hubiera sido la noticia del año. ¿Para qué me preguntan? ¿para hacerme sentir más angustia todavía?

Ya el hecho de decir que continuás, que todavía no la terminaste, te pone medio bajón. Una cosa es saberlo, otra peor es que te lo recuerden al tener que responder: "Ahí va, queriendo, ya falta menos. 'En cualquier momento la termino, eh.'" Y ya me agarra el bajón, me congestiono de las ganas de llorar que me agarran, se me nubla el día y me empieza a pesar la conciencia por estar charlando con esa persona en vez de estar tipeando mi próximo capítulo.

Por eso propongo que "tesis" deje de ser sólo un sustantivo para que también pueda ser considerado un adverbio, donde todos esos sentimientos que me genera pensar en ella, estén representados. Como un sustantivo colectivo, pero esta vez en adverbio. Cosa que cuando me pregunten: "¿Cómo estás?" Yo pueda responder simplemente "Tesis" y me entiendan. ¿Para qué voy a mentir? Y decir: "Todo bien, por suerte", si en realidad la tesis me baja completamente, eh! Entonces con esa respuesta, mi interlocutor ya sabe que: a) tiene que salir corriendo, b) tiene que cambiar de tema y hablar sobre alguno de mis parientes/amigos perdidos, o c) acompañarme en la angustia e invitarme un helado de chocolate con almendras.

Para los que se preguntan en qué instancia estoy, podría decirse que me resta un 30%. Nada mal. Pero se viene heavy, eso sí. Con un té se me pasa todo. Me voy a buscar mi taza.

sábado, 21 de diciembre de 2013

Un regalo a mi Director

Como un paquete envuelto para regalo abajo del pino navideño, con moño grande y papel estridente, y como quien lo entrega a su acreedor después de las doce, envié el primer mail con avances a mi director de tesis. ¡Qué emoción!

Fue todo un acontecimiento para mí haber podido llegar a una cantidad considerable de caracteres, palabras y páginas escritas para poder enviar y decir: "¡Acá está! Estuve trabajando a pesar del calor y de la ausencia de olas, viento y sucundún a mi alrededor! ¡Tomá!"

Cada uno de los párrafos fue escrito a conciencia, o por lo menos eso fue lo que intenté. Puede ser que alguna que otra pavada me haya mandado. Presiento el peor de los pronósticos. "¿Que llueva el fin de semana?" No, ¡que se dé cuenta! Que el fin de semana si quiere haga dos bajo cero, me da igual.

¿Viste cuando empezás a guitarrear en un examen para que los espacios en blanco se llenen y el volúmen de hojas aumente para que parezca que sos un alumno de diez y te sacás un 3,80, pero con el redondeo llegás a 4 y zafás? Bueno, pudo haber pasado algo de eso. Pero también, en el examen, el que corrige se da cuenta de tu intención de rellenar los baches y te tacha todo lo que chamuyaste, y con suerte aprobás. ¡Acá también! Pero, en mi situación, en vez de aprobar me manda a rehacer toooooodo el trabajo que hice, que me llevó semanas y semanas de lectura, para luego escribir algo medianamente aceptable.

Incluso, presiento que todo aquello que escribí con sudor y esfuerzo, conformando oraciones difíciles para demostrar un poco de mi transcurso por la Academia y discutiendo a un nivel elevado con los autores, todo eso va a ser mandado a reelaboración.

Vuelvo a ser Mario sin el poder de tirar fueguitos y solo, sin Yoshi, en el nivel uno.

Espero que ya lo haya abierto y no espere hasta el 25.
Cambio y fuera.


miércoles, 11 de diciembre de 2013

Página número 6

"Ya llevó seis páginas escritas. ¡Epa! ¡Todo un avance, chiquita!", pienso para mis adentros, pero la verdad es que intento engañarme diciendo que es bastante. En comparación a las 375 páginas que me faltan, sin contar la introducción, el apéndice, la bibliografía y alguna que otra cosa más que siempre surge a último momento y te atrasa cinco meses más la entrega, no es absolutamente nada. Es insignificante. Lo peor es que, nunca pensé que en tan poco tiempo y en tan corto camino iba a encontrarme tan confundida entre los diferentes autores. ¡Estoy completamente desencontrada!

¡Y eso que recién empiezo! No me quiero imaginar cuando llegue al nivel 52 y tenga que enfrentarme con Iggy Koopa, con una sola vida y sin hongo de reserva. No sé.

Dicen que lo que importa es la intención, con eso me conformo.