"Ya llevó seis páginas escritas. ¡Epa! ¡Todo un avance, chiquita!", pienso para mis adentros, pero la verdad es que intento engañarme diciendo que es bastante. En comparación a las 375 páginas que me faltan, sin contar la introducción, el apéndice, la bibliografía y alguna que otra cosa más que siempre surge a último momento y te atrasa cinco meses más la entrega, no es absolutamente nada. Es insignificante. Lo peor es que, nunca pensé que en tan poco tiempo y en tan corto camino iba a encontrarme tan confundida entre los diferentes autores. ¡Estoy completamente desencontrada!
¡Y eso que recién empiezo! No me quiero imaginar cuando llegue al nivel 52 y tenga que enfrentarme con Iggy Koopa, con una sola vida y sin hongo de reserva. No sé.
Dicen que lo que importa es la intención, con eso me conformo.